miércoles, 5 de abril de 2017

Camino a las estrellas.

         Han pasado ya eones desde que el mundo se formó y el ser humano empezó a surgir. Más tiempo en realidad del que cualquiera podría recordar. La historia comienza cuando un grupo de humanos, consiguió no se sabe aún como, acceder a unos dones. Control sobre los elementos, las dimensiones, el tiempo, el espacio… Las mismas emociones se vieron guiadas por estas personas e incluso la suerte y el destino.
       Sin embargo muchos de ellos se corrompieron y empezó una cruenta batalla. Cada cual tenía un grupo de seguidores y así surgieron los llamados dioses y los apodados titanes. Pero viendo cómo se iba destrozando el mundo con sus batallas, decidieron dividir los territorios del planeta y elegir adalides entre esos mortales. Buscaron crear a héroes con habilidades y cualidades sobrehumanas que luchasen sus guerras en lo terrenal. Pero la corrupción también llegó a ellos y eso repercutió en una infinita ansia de control, poder y dominio sobre la tierra.
Pero habían tres continentes que no sucumbieron bajo ningún bando. Estos tenían unos protectores desconocidos que pasaban desapercibidos, gente con dones y cualidades especiales, preparados para cualquier lucha aunque preferían evitarlas a toda costa. Pero esto era una guerra por el dominio del mundo, así que… No habría ninguna paz hasta que un bando se alzara victorioso y esto nos lleva al fin, al comienzo de cómo estas personas, comenzaron su camino a la eternidad de las estrellas.



Aquí dejo el prólogo de mi otro proyecto, también cumpliendo aunque algo tardío el pedido que me hicieron sobre el tema de las estrellas. Espero que guste este relato, pues crecerá hasta ser una novela de verdad.

La luz oscura.


             Por fin había llegado la noche, sintiendo la humedad en el aire y el comienzo de la lluvia caer por mi cuerpo y acariciar mi rostro. Sentir pesada mi capucha y poder ver el humo que exhalaba al respirar me daba seguridad y calma, oculto en las sombras simplemente escuchaba un paso, otro paso, luego un grupo de pasos varios... Cerré mis ojos y entonces... Lo sentí.
           Una sed... Agresiva y violenta... Nacida de la locura por la pérdida que me causó esa persona. Pero ya estaba cerca, esa venganza era muy próxima, así que me di la vuelta y empecé a escalar, subí alto para que no me viesen y poder verlo todo yo mismo.
          Una azotea, mientras miro abajo recuerdo divertido, cuanto miedo me daban antes las alturas y no puedo evitar sonreír, al verla en ese recuerdo, diciéndome que no sea tonto y que no tengo nada que temer. Sacudo mi cabeza y espero pacientemente. La hora viene en camino y apunto, con lo que parece ser mi mano desnuda. En cuanto le veo, con la calle casi vacía disparo, se oye un empuje de mecanismo, un silbido y después... un grito, pero no es el grito que esperaba. Al fijarme, veo a mi objetivo sonreír, con el virote atrapado y le veo mirándome, mirando hacia mi... hasta que finalmente oigo algo a mi espalda. No soy lo suficientemente rápido para darme la vuelta, pero aún así lo intento y lo reconozco, un mecanismo, una explosión y algo que me impacta. Noto su calor entrando y quedándose dentro, desgarrándome.

          No consigo equilibrarme, oigo como vuelve a impulsarse el mecanismo a la vez que resbalo. Lo próximo que consigo ver, es al tirador mientras siento la presión del viento contra mi espalda, corrijo como puedo mi postura. El suelo está cada vez más cerca, siento el impacto y veo a mi objetivo sobre mi. Me pesan los ojos, sonríe de forma burlona, he fallado y en ese momento solo hay oscuridad, frío y... paz.  



Buenas a todos, este breve relato; es un pequeño anticipo. Aquí os dejo el prólogo de un proyecto que estoy haciendo de una novela más larga. Espero os guste. Gracias y un saludo