lunes, 5 de septiembre de 2016

Utopía Política

Había llegado al hospital, tenía que ver a un viejo y sabio conocido. Él ya sabía que no le quedaba mucho y sabía también que era lo que iba a hacer.
Cuando me vio allí solamente sonrió. Una sonrisa sincera que se vio interrumpida por una fuerte tos que marcaba la proximidad de la hora llegada.
-Amigo mío, ya no me queda mucho y no hay mucho que te pueda decir.-
 Tosió con fuerza nuevamente, aunque eso no le impidió seguir sonriendo.
-No te esfuerces, por favor, sólo aguanta.- 
Le digo con calma y le dejo ver un poco de nerviosismo.
Él simplemente rió y me dijo con mucha calma.
-Solo ve y di lo que te diga el corazón. Muéstrales su error sin acusarles y deja que hable tu alma y tu conciencia. Por eso sé que lo entenderán.- 
Dijo mientras me sujetaba la mano y sonriéndonos sentí cómo se iba...
Se acercaba la hora. En este momento me dirijo a un gran edificio lleno de egos y de personas que solo piensan en dos cosas: dinero y poder.
Estaba bañado en sudor, inseguro y temblando de miedo. Pero le recordé, respire hondo y lo sentí, la calma nacida del alma y portada por el corazón. Subí a la tribuna y les vi. A todos ellos y me miraron. Sentí sus burlas internas, no sé si por cómo iba vestido o porque yo no pintaba nada allí.
Me dio igual, cerré los ojos, respire hondo y oí lo que sus corazones decían, y era un afán de poder tan grande que asustaba. Pero me centré y tras beber agua, hablé.
-Señoras y señores. Hoy me presento ante todos ustedes, para hablaros de la verdad. La verdad es que nada va ni está bien, en lo que ustedes, señoras y señores se paran aquí a discutir por quien obtiene el poder, les pido que piensen en todo. Vosotros tenéis para comer cada día, la gente en la calle a veces no se pueden llevar ni una miga de pan. Pueden llamarlo populismo que me da igual. Yo no voy a acusar, no voy a culpar... Lo que les pido es que miren sus actos. Sus errores y sus aciertos. No quiero el poder, no voy a decir mi favorito es uno u otro. Lo que yo digo es que os sentéis y arregléis. Yo no voy a perdonar ni recriminar. Con respecto a sus errores solo decir una frase hecha, errar es humano, rectificar de sabios y perdonar es divino. Yo les pido que sean sabios. Como dijo Óscar Wilde, experiencia es el nombre que le damos a nuestros errores. Entre todos podrían llegar a un perfecto equilibrio donde todos podríamos mejorar, olvidando partidos y colores. Solamente deciros que yo no he traído esto preparado. Os estoy hablando desde el corazón. Llegad a dar un futuro a la gente de este país. Dad una razón para volver a confiar. Pues la esencia de la vida y de la persona, se basa en cada detalle de nuestra experiencia. Yo he terminado, ahora... Os toca a vosotros.
En ese momento me tomé un último sorbo de agua y baje las escaleras con calma, con los ojos cerrados sin esperar oír nada, hasta que se oían unos aplausos de todos, pero no era eso lo que yo escuchaba con más atención cómo sus corazones se abrieron y así, surgió una Utopía. Sintiendo cómo todo empezaba a unificarse en un solo color, que nos llevaría a un futuro mejor y más iluminado.
Así fue cómo yo volví al exilio de mí anonimato, sin mirar atrás esperando llegar a ver ese futuro.




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