lunes, 5 de septiembre de 2016

Mortales Sueños

Siento cómo lentamente me despierto, partiendo en un barco en medio del mar. Noto la humedad en el rostro, la sal del mar en el viento. Pero no consigo ver más allá de las olas que chocan contra el barco.
No tengo nada que me ayude a sobrevivir en esta travesía y entonces llega, esa sensación de lluvia sin que llueva. Y llega la niebla, con una sombra que se aproxima y una risa...
          Este ente que se ve, está llegando al barco, mientras suena una risa... O algo que parece una risa, estridente, con fuerza... Algo fuera de este mundo.
Intento llegar al timón, pero lo que veo es una sombra negra con unos ojos rojos de Iris azules cristalinos. Entonces me atraviesa el torso con sus garras y me muerde.
          En ese momento me despierto, bañado en sudor y con muchísima angustia. En lo que voy haciendo mis labores diarias noto cómo me faltan fuerzas, ánimos, siento voces dentro y una esencia que por así decirlo succiona mi personalidad.
          Al llegar la noche vuelvo a dormir. Esta vez me encuentro en un bosque, un bosque que aparentemente está muerto y muestra la esencia de la muerte. Y ahí empieza un escalofrío, noto algo recorrer mi cuello, como si fuese pegajoso. Además veo y siento las heridas que me había hecho ese ente. Cuando comencé a avanzar, directamente me eche a correr para huir de ahí. Pero el ente estaba ahí, riendo nuevamente y más grande que la primera vez. Me persigue hasta que me alcanza y lo que siento es como arranca mis piernas. Provocando mi despertar.
          Esa mañana me asuste, tenía mis motivos, pues al ver mis sábanas, estaban teñidas de rojo y al destaparme, el shock de lo que vi, me derribó. Temblando llame a una ambulancia, ya que de buenas a primeras... No tenía piernas. Se veían marcas de cómo mis piernas fueron arrancadas. Poco a poco sentía como la esencia de mi vida me abandonaba. Casi como si no me quedase alma.
          La última noche en el hospital, al dormir en contra de la poca voluntad que me quedaba. Le vi, en un espacio totalmente blanco dentro de mis sueños. El ente esta vez se sonreía pero no reía.
         -Gracias por alimentarme con tu cuerpo y tu alma, pronto llegarán más.-
          Aterrado al oír esto de ese ente, con su voz divertida. Temblando pregunté.
         -¿Por qué me cuentas esto?- 
          Dije conociendo la respuesta.
          El ente simplemente amplió su sonrisa mostrando unos dientes afilados, llenos de sangre y carne.

          Sin más respuesta, simplemente se abalanza sobre mi, y cuando termina, siento como vuelvo a nacer, al ver mi cuerpo inerte y sin ojos. Y como el ente sonriente y divertido me envió a la mente de otra persona. Es mi comienzo, pero para esa persona, es su final. Y quizás la historia vuelva a empezar.




Próximamente la Secuela.

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